Introducción 

En todas las culturas primigenias de Oriente y Occidente, como reflejo de una común veneración Solar, el Fuego era considerado un elemento renovador, purificador, y el símbolo de la mancomunidad entre lo humano y lo divino. De allí que en todo el continente americano (Abya Yala-Inti) el Sol era la deidad más importante y el fuego era el elemento esencial de las celebraciones que se conservan aún en nuestro folclore. Los cánticos, las danzas alrededor de una hoguera están presentes en la llegada de los solsticios y equinoccios, los momentos más importantes en la vida de nuestros antepasados. 

Según la tradición, los “Amantes del Sol de Lulumbamba, Huatos, Rumicucho, Caspigasí, Calacalí, Carapungo, Cayambe y otros lugares próximos a la Línea Ecuatorial o Inti-Ñan (Camino del Sol), celebraban las fiestas de equinoccio desde tiempos inmemoriales, incluso antes de la conquista de los Incas. Y luego, a pesar del dominio de los españoles, las fiestas del equinoccio en honor al Sol se seguían celebrando. En ellas estaban presentes los Jefes o Caciques; los Curacas o Sacerdotes para los ritos sagrados; las Vírgenes y ñustas del Sol. Los danzantes, con sus típicos vestidos de oro y plata, ejecutaban la danza ritual; sin que faltara la chicha, bebida sagrada hecha de maíz germinado. 

La custodia del fuego sagrado se extiende de la antigua Roma a Angkor. Recorriendo el planeta, la llama olímpica de los griegos alimentando el mito Prometéico, el fuego sagrado del Zoroastrismo en la antigua Persia, los benévolos Dragones Orientales portadores de la Sabiduría, los Agnihotra-Yajña o ceremonias del fuego de la cultura Védica y el Hinduísmo, Los Incas y el Inti, son todos testimonios vivientes de una veneración milenaria hacia el fuego en favor del sostenimiento de la vida y la armonía universal. 

Quienes somos 

Reciba nuestro más cordial saludo de respeto y estima, somos la ASOCIACIÓN GNÓSTICA DE ESTUDIOS ANTROPOLÓGICOS Y CULTURALES DE AMÉRICA CONFEDERADA, con partida en los registros públicos No.13128573, Institución que viene laborando en vuestra Cuidad Blanca desde 1986, y a nivel nacional, con el único objetivo de difundir cultura y conocimiento a nuestros ciudadanos.

Somos una institución sin fines de lucro encargada de transmitir la sabiduría y enseñanzas de nuestros antepasados traduciéndolas al comportamiento humano, en su familia, con la sociedad y con la naturaleza. Este conocimiento se extrae de las enseñanzas de los sabios y filósofos que ha tenido la humanidad en sus diferentes civilizaciones. 

Nuestras Redes: 

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